sábado, 9 de febrero de 2008

Muerte lenta...

"Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,
aquellas que rescatan el brillo de los ojos y los corazones decaídos"
Neruda

Morimos lentamente cuando obviamos la sonrisa de un niño,

morimos un poco cada día cuando evitamos el calor de un abrazo,

morimos a ratos cuando dormimos, cuando nos levantamos con el pie izquierdo, cuando discutimos, cuando le damos la espalda a los problemas, cuando pierdes algo...

Morimos lentamente de orgullo, de incompresión, de tiranía, de nervios, de mala hostia, de sequedad, antipatía, desazón, de mierda hasta el cuello...

Muere uno lentamente cuando no dice lo que piensa, cuando no piensa lo que dice, cuando se obstina, cuando se tuerce, cuando escurre las palabras en la garganta, cuando se ata un nudo...

Morimos día a día cuando intentamos poseer algo que no nos pertenece, cuando nos agarramos a una idea férrea de una verdad irreal, cuando la vida fluye a la deriva, cuando no arriesgamos, cuando no vivimos.

Se muere lentamente aquel que no quiere ver, aquel que no quiere oír, aquel que no quiere hablar...

Muere cada minuto la inconsciencia del presente, cada minuto muere el momento, cada segundo se ahoga un suspiro...

¿Acaso vivir es arriesgarse a no morir?...