sábado, 27 de octubre de 2007

El "Tao"

El Tao, la fuerza, el presente, maternidad, el amor...


Primero fueron nueve meses, un tiempo en el que se está creando vida dentro de ti, lo intuyes, lo presientes, lo sientes, lo oyes, le hablas, le cantas, lo imaginas, le das amor y esperas que tu barriga crezca y crezca, que sea evidente, te impacientas por verle, estás orgullosa y feliz, quizá radiante, llena de luz...


Ahora han pasado 18 meses, el tiempo, esta vez, bastante rápido, el bebé pequeñito al que daba mi pecho para comer o que dormía a mi lado como una bolita... Ahora es casi un niño, una personita autonóma, con su propia jerga, sus risas, su cáracter, un "miniyó" en potencia... Todo un amor que levanta pasiones, el nexo de unión a la alegría, el cariño, las emociones a flor de piel, el descubrimiento de cada mañana con un nueva sonrisa de tan sólo ocho dientes, una personita que te abraza, que se apoya en ti y te coge la mano, que te da tanto amor como el que recibe, al que no puedes dejar de admirar, que te dice: mamá... Y no puedes evitar soltar alguna lagrimilla porque es la más pura inocencia, un enanito sensible, porque es lo más grandioso que me ha pasado en la vida, porque es un regalo y porque es la fuerza que me empuja cada mañana a seguir el camino, día a día...

Poema que escribí un buen día de otoño, 28 de octubre de 2005...

"Sufriré tus penas
lloraré tus lágrimas
seré feliz en tus palabras
caminaré contigo por los angostos caminos
seré feliz con cada amor que te propicie
porque te llevo dentro y tu corazón palpita en mí..."

miércoles, 3 de octubre de 2007

La espiral

Un principio;
La chispa, las miradas, otro idioma, bonjour, incertidumbre, libertad, misterio, pasión, la convivencia, una música, el calor, lo desconocido, el extásis, un baile, el mar, una bicicleta, barro en los zapatos, un rayo en la espalda, timidez, la noria, inocencia, frío, el avión, un beso, la noche, una sonrisa, un arrumaco, las mariposas, las dudas, el parque, las niñas, el cielo, una flor, hachís, familia,la amistad, risas, fotos, rayos de sol, la nostalgia, un hola, geografía, el cuerpo, la soledad, caprichos, despilfarro, francos, un bar, el amor, las borracheras, el alcohol, el otoño, las hojas, las horas que pasan, los barcos, la nieve, un viaje, el delfín, la tristeza, una canción, la isla, las entrañas, la vuelta, el ardor...
Un final;
El trabajo, un árbol, la ausencia, cansancio, los años que pasan, la lentitud, la levedad, la desilución, la rutina, besos, sinsabores, la incertidumbre, euros, un sueño, el teléfono, tristeza, lágrimas, una sonrisa, el latido de un abrazo, el miedo, mensajes, un cambio, otra vida, amistad, Cuba, el son del ron, el enfado, la incomprensión, las palabras, la lluvia, embarazo, el tren, el bebé, felicidad, madurez, amor a raudales, plenitud, distancias, amigos, el gemelo, yoga, maternidad, pena, infidelidad, el pasado, el tiempo, el cariño, insomnio, el adiós, aurevoir, la fuerza, el Tao, el presente
...y el amor se acaba, una espiral.

sábado, 11 de agosto de 2007

Aperitive

Francia, agosto 2007, La Rochelle, el verano nunca llegó este año, el viento helado te cala los huesos y los pocos rayos de sol que salen tímidamente de entre las nubes te dan la morriña de los veranos de antes, el calor, el salitre, el sudor y las gotas de alguna botella de cerveza medio vacía. Las cosas no han cambiado mucho y tampoco las costumbres, llega la hora, rondan las siete y el aperitive se prepara, casi impepinables llegan las cervezas (eso sí, a temperatura ambiente), las botellas de vino de alguna cosecha no muy lejana y poco conocida, el pastis (bebida anisada que se suele mezclar con agua), el ron de las antillas (si puede ser de 50°, por favor), botellas de martini, etc., y no muy lejos de estas llegan sus propietarios. Todo se concentra alrededor de una pequeña mesa de playa dispuesta en un jardín verde, con sus estupendos árboles verdes, sus sillas verdes y unos estupendos toldos verdes a rayas blancas que cobijan a casi toda la tribu que acaba de traspasar la brillante cancela verde del jardín.



Voilà!, comienza la fiesta, puedo distinguir el ruido de las chapas de las botellas de cerveza mientras saltan encima de la mesa, el gorgojeo del vino cayendo en las copas, el crepitar de los hielos sumergidos en el ron, las gargantas sedientas empiezan su festín hablando y riendo mientras apuran sus vasos con una velocidad vertiginosa.


Van pasando las horas y lo que parecía ser algo inocente se convierte en una bacanal, el jardín, antes iluminado por las últimas luces del día con su verde esplendor pasa a ser iluminado por unas débiles bombillas que amenazan con caer desde lo alto de los toldos, los invitados que habían ido llegando con la consiguiente cortesía (hipocresía) que les caracteriza, la tan conocida y afamada politesse francesa; ...bonjour...comment ça va?...ah, oui oui ...ji, ji, ja, ja... se iban transformando en personajes salidos de los mejores cuentos de tolkien, hobbits que cantaban en aullidos, elfos que hablaban en alaridos y orcos que tronaban mientras sus puños cerrados caían violentamente encima de la mesa.


Ahora rondan las doce de la noche, me dispongo a darme una vueltita por el jardín para cambiar de aires y de manera indiscriminada empiezan a atacarme esos indeseables mosquitos gabachos, como si estuvieran esperándome agazapados entre la oscuridad de las sombras de los arboles arremeten contra cualquier parte de piel desnuda que asoma de entre la ropa... voilà!, en menos de media hora cuento con ocho picadas situadas en lugares inverosímiles; entre los dedos, las orejas, el cuello, los dedos de los pies... así que, sin más dilaciones me doy la vuelta maldiciendo las malas bestias, y dando bandazos en el aire me dirijo de nuevo al meollo de la fiesta. Por el camino me voy encontrando caras conocidas embelesados en conversaciones tribales sobre drogas, barcos y zarcozí, todo un clásico y tengo la impresión de que ya lo he vivido antes, una especie de feed back o es que siempre es lo mismo, diviso mi silla en la que he permanecido sentada unas buenas cuantas horas escuchando y repitiendo como un loro las respuestas a las mismas preguntas que, casualmente, todos te van haciendo a lo largo de la noche... deben de tener un guión porque lo hacen, curiosamente, en el mismo orden o... simplemente entra dentro de la politesse, no sé... vaya usted a saber. El caso es que me siento en aquella silla que ya me es algo familiar y me asaltan a la cabeza mil y una historias de huida, cómo escaquearme de la bacanal sin ser vista, deshacer el camino corriendo mientras salto la valla gritando como una posesa, o romper las bombillas con alguna gravilla cercana a los toldos y salir tan normal por la cancela, meterme en el coche y esperar, o salir como la niña salvaje que soy dispuesta a no decir ni una palabra mientras camino con aire distraído entre la multitud de personajes élficos... en fin, me decanto por la última opción, en donde una vez he atravesado la cancela verde me encuentro que empieza a amanecer, el viento te corta el aliento pero a lo lejos puedo ver cómo un sol exageradamente naranja despunta con sus rayos tímidamente el horizonte tiñéndolo todo de un color púrpura... hoy será un buen día para sonreír.

domingo, 29 de julio de 2007

El calor de la piel

Hace màs o menos una semana leì un artìculo, en un pèriodico local de Barcelona, que me llamò la atenciòn, ocupaba gran parte de la portada y hablaba del enfriamiento de la Europa del sur (refiriéndose sobre todo a España) en cuanto al contacto y al tacto de las personas, argumentaba su autor los beneficios de los abrazos, del apretòn de manos cuando saludamos a alguien en la calle, de las palmaditas en la espalda, de los besos pertinentes al saludar...toda esta comunicaciòn a través de la piel estaba desapareciendo sustituyéndose por una individualidad de la persona, en pro de una comunicaciòn a través del mòvil, de mensajes de texto, de internet...en la cual caemos sin darnos cuenta en una soledad aceptada, en la cual es màs fàcil escribir un abrazo que sentirlo, enviar miles de besos que nunca seràn dados.
Mientras màs leìa màs me interesaba, el saludo y el contacto de la piel que conlleva fue clasificado, en la época de la ilustraciòn (los iluminados), en cuatro tipo de espacios, segùn la distancia a la que estuvieran (45 cm màs o menos) unos de otros se suponìa era el espacio intimo, supongo que si sobrepasaban esa distancia era ya la orgìa, luego le seguian otro tipo de espacios hasta llegar al espacio pùblico, este era el ùltimo, en el que podian haber màs de dos personas y en donde se situaban de dos metros al màs allà...imaginense, estos si que eran frìos.
En todo caso, perdemos el calor de la piel, el color de un beso, una caricia en la mejilla, un simple abrazo que nos llene el alma y ganamos, por contra, el toque de una tecla y la expresiòn en una palabra...eso si, no todos somos iguales...
Cuando acabé de leer aquel articulo me quedé pensando un rato...por todos aquellos que seguimos saludàndonos con abrazos, que sentimos ese calor que nos recorre la piel en cada poro, por todos aquellos que besamos en cada encuentro, fortuito o no, con el color de un simple "hola", por todos los que nos dan ese calor y ese color en nuestras vidas que confirman la excepciòn, Europa del sur se enfria...? no, amigo, nosotros no...

viernes, 29 de junio de 2007

El tiempo es oro

Barcelona, diciembre del 2006, cerca de fechas navideñas, aqui estamos, Tao y yo, pasando un numero de horas y minutos completos y rellenos de amor, hasta por los poros, pero...el tiempo es oro...esta claro, una vez que el bicharraco pega la orejilla en su cuna ya estoy de aqui para alla pensando que se puede despertar en cualquier momento y que tengo que aprovechar esos escasos 30 minutos (a veces más) para hacer lo imposible y lo imnombrable para poder adelantar las mil cosas que voy dejando para estos escasos momentos de soledad en los que me ocupo de todas las pequeñas y miles de cosas de tao, ropa, juquetes, comida ...en fin, que todo este superlimpio para el...pero, zas¡¡ creo que llora..voy a dormirlo..todavia tengo un cuarto de hora...asi que voy corriendo con pies de gato pardo, porque creo que he mejorado m¡ tecnica de andar sigilosamente de puntillas-a veces creo que hasta levito..y me pongo a recoger esta casa de locos cual conchita...y miro hacia atras y todavia quedan cosas por hacer...y todo eso sin salir de casa, asi que miro la hora y ahhhh¡ ya le toca comer, me preparo para mi show de hoy, quiza saque el pollo o mejor el pato...o quiza se lo coma si le canto los cinco lobitos????...el caso es que tenga toda la fruta a punto y la verdura fresca para sus pure caseros de primerisa calidad hecho con amor y ... a toda leche.El tiempo es oro, amigo, ya lo decia quienquiera que lo dijese pero tenia razón el jodio, eso si...llega la noche y me toca descubrir que tengo un cuerpo y una vida a paarte de mi niño y que realmente me tengo descuidada, ya no me importa salir con el pelo sucio o sin lavarme la cara, me visto a toda prisa y me doy cuenta que el niño esta precioso pero la madre...joder vaya pelos¡¡¡asi que llega la noche y me la dedico por entera, me marcho a la piscina y nada como si me persiguiera alguien pero...luego comprendo que mis músculos quieran coger otro ritmo y quizá dejarse llevar por el bamboleo del agua, cual sirena...asi que, me siento mujer, distinta y puedo reinventarme a mis anchas...y estirarme y nadar en mis pensamietos ..olvidados hasta ahora.vuelvo a casa y soy otra, no camino, levito...y mis ojos tienen otra cara.si señor, el tiempo es oro, cuando el dia acaba ya no corro, como el conejo de alicia...incluso he perdido mi reloj...creo que he oido un lindo gatito???....mil besos amores.

jueves, 28 de junio de 2007

El momento preciso

Últimamente espero la noche, cual gata parda, para poder relajar todo este amasijo de músculos y huesos que van quedando a lo largo del día, espero impaciente el momento de tirarme encima de este blog y escribir algunas líneas antes de que olvide por cuarta vez mi contraseña o el nombre de usuario, obligandome, claramente, a crear otro blog, lo cual se convierte en algo repetitivo y cansino.
Intento escuchar el silencio, alguna música que me erize los pelillos del brazo, leer y releer libros que había amontonado en una esquina del cuarto,retorcer el tiempo y agarrarme a el ...hasta encontrar el momento preciso para soltarme, hasta encontrar esa calma que me domina todo el cuerpo, en donde escucho mis propios latidos, mis pensamientos, encontrar un rincón de mi alma donde pueda estar sola, un hueco que solo tenga para mi, donde pueda escurrirme en el momento preciso...donde pueda deslizarme cuando llegue la noche y el sueño no venga aún, donde pueda imaginarme mil y una noches que quedarán en mi, que no compartiré, que me llevaré conmigo y quizás en algún momento como este, en el que la música me acompaña como un susurro, las escriba en este hueco, que es este blog...en algún momento preciso...y mientras, la música me canta al oído "(...) I can fly..."volemos.